Cuándo llevar al niño a urgencias
La fiebre
La fiebre es uno de los síntomas que más suelen experimentar los bebés y los niños durante la infancia, y en la mayoría de los casos no suele ser preocupante.
Como explica Lucía mi pediatra en su blog “la fiebre no es una enfermedad, es un síntoma, al igual que los vómitos, la diarrea, la mucosidad nasal o la tos”. Por tanto, solo acudiremos a urgencias cuando haya fiebre en los siguientes supuestos:
-Si la temperatura es superior a 40º
-Si el niño padece alguna enfermedad crónica y tiene fiebre alta.
-Si el niño tiene convulsiones o dificultad para respirar.
-Si aparecen manchas que no desaparecen al estirar la piel.
-Si el niño presenta rigidez al flexionar el cuello.
Los vómitos
Los niños tienen mayor facilidad para vomitar que los adultos, pero no por ello significa que sea nada grave. De hecho, es una reacción que tiene el cuerpo para eliminar el exceso de comida que haya podido ingerir en cierto momento o ante un cuerpo extraño que nunca antes haya probado.
Por eso, consideraremos llevar al bebé a urgencias cuando haya vomitado más de tres veces en una hora o si el vómito está manchado de sangre.
Los golpes en la cabeza
Cuando el bebé empieza a mantenerse sentado o comienza a gatear y a andar, los golpes en la cabeza son muy frecuentes, aunque la mayoría de ellos son traumatismos leves. En estos casos deberemos aplicar frío a la zona y consultar con el pediatra. Pero debes acudir a urgencias de inmediato si el niño pierde el conocimiento o si sufre convulsiones.
Lloros
Los primeros meses de vida, el bebé se comunica con sus padres a través del llanto. Con él manifiesta su necesidad de comer y de protección.
Lo primero que debemos hacer cuando llora el bebé es intentar satisfacer estas necesidades, pero si una vez cubiertas estas necesidades el bebé sigue llorando, antes de alarmarnos debemos valorar qué puede estar pasando (puede tener cólicos). Si en lugar de ser un llanto enérgico e intenso, va perdiendo energía, deberemos valorar acudir a urgencias.
Dificultad para respirar
Es muy probable que, en épocas como el invierno o la primavera, el bebé se despierte con dificultar para respirar. Antes de acudir a urgencias podemos intentar solucionarlo generando vapor de agua abriendo los grifos de agua caliente del baño, o usando un humidificador. La humedad funciona como un aerosol natural que abre los bronquios y permite al bebé respirar correctamente. Si pasados unos 15-20 minutos el bebé sigue sin poder respirar, será necesario llevar al bebé a urgencias.
Pero, sobre todo, si tu bebé sufre algunos de estos síntomas, lo mejor es mantener la calma, ya que es la mejor manera para ayudar a nuestro bebé.
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