Muchos padres, ante el lloro, la fiebre, los golpes o las caídas del bebé dudan a la hora de llevarle al pediatra o directamente a urgencias del hospital más cercano. Sobre todo, son los primerizos los que suelen acudir a urgencias ante cualquiera de estos casos, pero antes de hacerlo, debemos valorar la gravedad de los síntomas y discernir entre llevar al bebé a urgencias o esperar a ser visitado por el pediatra de su centro de salud.