Qué es el Baby Lag
La llegada de un bebé a la unidad familiar provoca todo tipo de cambios; desde cambios físicos en la mujer embarazada, a cambios de hábitos y rutinas en la pareja, y, sobre todo, los padres pueden sufrir cambios en el estado de ánimo.
En los primeros meses de vida, el bebé se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, despertándose cada dos o tres horas para comer. Esta dependencia de los adultos puede ser una rutina agotadora para los padres, sobre todo por las noches, cuando el bebé sigue despertándose cada cierto tiempo para comer, lo que impide a los padres conciliar el sueño.
Esta falta de sueño que sufren los padres por cuidar de su bebé es lo que se conoce como “baby lag”, término adaptado del anglicismo utilizado para designar el desequilibrio entre el reloj interno y los husos horarios causados por los viajes en avión, “jet lag”.
Podemos establecer que la falta de sueño se da cuando no se duerme más de seis horas y media por noche durante un largo periodo de tiempo, al menos varias semanas consecutivas.
Efectos del Baby Lag
Según el científico Banerjee, cuando los padres se despiertan varias veces por la noche, rara vez entran en la fase final de sueño profundo, lo cual niega a sus cuerpos la posibilidad de recargarse y prepararse para el día siguiente.
El no descansar lo suficiente repercute en los reflejos, reduciendo considerablemente el tiempo de reacción. Otros de los grandes afectados por la falta de sueño es la capacidad de resolución de problemas, la concentración y la memoria, de ahí que muchas madres noten una cierta pérdida de memoria tras el parto y durante los primeros meses de vida del bebé.
El cansancio extremo al que están sometidos los padres recientes les lleva a sufrir un elevado estado de nerviosismo e irascibilidad, pero debemos tener en cuenta que todos estos problemas irán remitiendo conforme el bebé requiera menos atención por parte de los padres y éstos consigan un descanso óptimo y reparador.
Cómo combatir el Baby Lag
Para evitar el baby lag, o para combatirlo, es recomendable seguir unas pautas:
- Practicar colecho con el recién nacido facilita la alimentación del bebé y favorece el descanso de la madre
- Hacer turnos para atender al bebé con la pareja; que cada noche se encargue un miembro de la pareja de la atención del bebé, o si se despierta varias veces, que cada vez sea uno el que lo atienda, así se conseguirán ciclos de sueño más prolongados
- Intentar dormir cuando lo hace el bebé, no sólo por la noche sino también por el día
- Empezar pronto a establecer rutinas del sueño para que el bebé se acostumbre lo antes posible; baño, cena y ¡a la cama!
- Crear un ambiente relajado y libre de ruidos que puedan molestar
- Evitar las bebidas con cafeína y comidas abundantes antes de ir a dormir
- Intentar ir a la cama a la misma hora que el bebé
Y tú, ¿sufres Baby lag? ¿Qué haces para combatirlo?
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