Beneficios del yoga en niños
Por Rosario Revert Francés, profesora de yoga y mamá de dos niñas
Los niños son los adultos del futuro
Vivimos en una sociedad muy rápida y no nos detenemos a observar cómo reacciona nuestro cuerpo a las emociones que sentimos en el día a día.
En el yoga infantil lo que se pretende es transformar la vida de nuestros niños ofreciéndoles actividades más sanas para su cuerpo, mente y espíritu. Es una actividad que ayuda a nuestros hijos a crecer más fuertes y flexibles, mejora su capacidad de atención y concentración y contribuye a un mayor equilibro de sus emociones.
Normalmente el yoga se había visto como una actividad para adultos y totalmente ajena a los más pequeños. Vamos a aprender que los niños también se pueden beneficiar de esta disciplina tan enriquecedora.
Los niños de hoy están a merced de padres sobrecargados de trabajo, de las presiones de la escuela y la de los compañeros, de las tareas…esfuerzo constante por sobresalir, por lo que no es de extrañar que estén tan estresados o más que los adultos.
Una buena forma de evitar esto es el ejercicio y la concentración, lo que puede lograrse y combinarse con la práctica del yoga. A una edad temprana, el yoga ayuda a fomentar la autoestima.
Beneficios del yoga infantil
Introducir prácticas relacionadas con el yoga en la vida de los más pequeños contribuye a que aprendan a relajarse, reduzcan sus niveles de ansiedad, comiencen a ser conscientes de su propio cuerpo, y aumenten su capacidad de aprendizaje, atención, percepción y memoria.
Este entrenamiento mental diario puede producir cambios estructurales en el cerebro de los niños, que a su vez conduce a una mejora en la inteligencia emocional.
Para los niños, la práctica del yoga es una actividad lúdica. No obstante, gracias a él consiguen asimilar mejor las posibles situaciones de presión o estrés que se presenten en el colegio o en casa y se relajan, adoptando una actitud más serena y sosegada.
Tanto para el niño más inquieto o activo como para el tímido o vergonzoso, el yoga contribuye a canalizar su energía y a reafirmar su autoestima. Ayuda a los más activos a aprender a relajarse y concentrarse más, mientras que también fomenta que los niños más callados pierdan su miedo ante los demás y se abran.
La respiración es una parte integral del yoga. El inhalar y exhalar por la nariz y por la boca es esencial para que el niño pueda estirarse y obtener el equilibrio necesario para empezar a practicar las posturas del yoga. También controlando la respiración y siendo consciente de ella, los niños aprenden el modo de relajarse.
Enseñar a los niños a cuidarse a sí mismos es una forma de demostrar amor y de aprender a mimarse. Al igual que con todas las formas de ejercicio, una buena práctica de yoga puede significar un excelente estado de salud y una buenísima calidad del sueño.
Cuidemos la inteligencia emocional de los más peques.
Rosario Revert Francés
https://www.ranasfelices-yoga.com/
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