El cuidado de la piel del bebé en verano
Quedan pocos días para que entre el verano y ya estamos disfrutando del sol y de unas temperaturas muy agradables, por eso queremos recalcar la importancia de cuidar la piel de nuestros bebés frente a los efectos nocivos de los rayos del sol.
La sensibilidad de la piel de los bebés los convierte en uno de los colectivos más vulnerables a padecer quemaduras y golpes de calor durante el verano, así pues, es necesario que tomemos las medidas oportunas para evitarlo.
Cremas solares en bebés
Lo más recomendable para proteger al bebé frente a los rayos del sol es no exponerle de forma prolongada, además de cubrir su cuerpo con tejidos holgados y cómodos y su cabeza con un sombrero.
También es recomendable el uso de cremas solares, y por eso es importante saber cuáles son las recomendadas para cada edad.
Lucía mi pediatra, explica la existencia de tres tipos de protectores solares:
*Filtros físicos/minerales: son los adecuados para bebés entre los 6 meses y los 3 años, ya que reflejan la radiación en la piel sin penetrar en ella.
*Filtros químicos/orgánicos: se usan a partir de los 3 años de edad y preferiblemente deben tener una protección del 50 y ser específicamente para niños. Estos filtros actúan a los 20 minutos de su aplicación, por lo que debes ponerla un ratito antes de la exposición al sol, y recuerda volver a echarla cada 2 o 3 horas.
*Filtros mixtos (físicos y químicos)
Y, ¿cuáles son los recomendados para menores de 6 meses? A los bebés menores de 6 meses no se les debe poner ningún tipo de crema solar para evitar alergias, al igual que tampoco se les debe exponer al sol de forma continua. Su piel es muy sensible y propensa a quemaduras, por lo que se aconseja cubrir su piel y su cabeza con un gorro y pasear por la sombra. Si quieres llevar a tu bebé a la playa procura que sea a primera hora de la mañana o a última de la tarde, evitando las horas centrales del día cuando el sol es más fuerte (de 11 de la mañana a 6 de la tarde). Por supuesto, debes tener especial cuidado porque a pesar de que estén debajo de la sombrilla, la radiación se refleja y pueden quemarse y deshidratarse.
Qué es un golpe de calor y sus síntomas
Nuestro cuerpo es capaz de mantener una temperatura estable en diferentes situaciones y condiciones, manteniendo el calor en un ambiente frío o enfriándose cuando hace calor. Pero esta capacidad se puede alterar en ambientes extremos provocando golpes de calor en verano o hipotermia en invierno.
¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor? Los principales síntomas son vómitos, sensación de mareo, debilidad, confusión, y si no se actúa frente a esto, puede acarrear problemas más graves llegando incluso al fallo multiorgánico. En el caso de los bebés, hay que prestar especial atención a su comportamiento, ya que ellos no pueden expresar su malestar. En el caso de notar que está padeciendo un golpe de calor, tumbar al bebé en un lugar fresco sin ropa, ponerle compresas de agua fría y darle agua para que no se deshidrate. Acude al médico tan pronto te sea posible para que valore al bebé.
Evitar golpes de calor
- Abriga a tu bebé como te abrigarías tú. No le abrigues de más, ya que la obstrucción de las glándulas sudoríparas puede provocar una erupción o un golpe de calor
- Ofrécele agua entre las tomas para mantenerle hidratado
- No expongas a tu bebé directamente al sol. Su piel es tan sensible que, aunque se exponga de manera breve, se puede quemar con facilidad.
- Los mejores momentos para pasear son las primeras horas de la mañana (hasta las 11) o las últimas de la tarde (a partir de las 18)
- Cuando viajéis en coche, ventilar el interior del vehículo abriendo de vez en cuando las ventanillas y mantén el aire acondicionado a una temperatura moderada (entre 21 y 23ºC.)
¿Ya estas preparada para el verano? ¿Cómo proteges a tu bebé del sol?
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