¿Cuándo empezar con la alimentación complementaria?
Introducción a la alimentación complementaria
Según la Asociación Nacional de Enfermería Pediátrica , las necesidades nutricionales de los bebés se satisfacen por medio de la leche materna o la leche de fórmula hasta los seis meses de edad.
¿Qué es la leche de fórmula?
Con la leche de fórmula nos referimos a un sustituto artificial de la leche materna. Suele producirse a través de la leche de vaca.
A partir de los seis meses los bebés comienzan a observar e imitar los hábitos de alimentación de sus padres y es en ese momento cuando el bebé puede estar listo para pasar a los alimentos “complementarios”.
¿Qué son los alimentos complementarios?
La alimentación complementaria se da cuando el niño necesita comida adicional a la leche materna.
Los alimentos complementarios son cualquier alimento o líquido diferente a la leche materna.
Algunos de los alimentos que se suelen dar son:
- Purés
- Frutas frescas y vegetales
- Legumbres, carnes, pescados...
Es muy importante ir introduciendo los alimentos según la adaptación del niño puesto que todos no los aceptan de la misma forma.
¿Cómo sé cuándo está listo mi bebé para comenzar con nuevos alimentos?
Para saber si tu bebé está preparado para incorporarle nuevos alimentos en su dieta, debes fijarte en algunos aspectos como:
- Mantiene erguida su cabeza y su cuerpo cuando está sentado
- Se interesa por la comida de los adultos o gente que le rodea, llegando incluso a abrir la boca cuando se le ofrece un alimento.
- El bebé es capaz de tragar el alimento en lugar de empujarlo hacia afuera con la lengua.
Primeros alimentos y utensilios
A partir de los seis meses, cuando se mantenga más o menos sentado y sea capaz de coger cosas con las manos y llevárselas a la boca, el pediatra te recomendará incluir en la dieta de tu bebé cereales o frutas para que vaya conociendo nuevos sabores y texturas e ir introduciéndole lo que será su alimentación a partir de ahora.
Cuando tu bebé ya esté acostumbrado a los cereales, podrás introducirle un alimento nuevo cada 3 o 5 días para permitir que su sistema digestivo se adapte y vigilar posibles reacciones alérgicas a los alimentos.
La manera más segura de presentarle el alimento en papilla es hacerlo con pequeñas cantidades en la punta de una cuchara de silicona que no dañe sus encías. Estas cucharas son suaves, con mordida flexible y de fácil agarre.
Cuando vayas a introducirle pequeños trozos de fruta o verduras, puedes hacerlo de forma segura con un alimentador antiahogo, que a parte de reducir el riesgo de asfixia, le ayuda a calmar el dolor de encías.
A partir de los 9 meses es cuando los bebés son capaces de llevarse los alimentos a la boca ellos solos, volviéndose más autónomos.
Para dar el paso del biberón a los vasos de adulto podemos hacerlo con los vasos de aprendizaje, que cuentan con doble asa para un fácil agarre y una tapa para que evita que el bebé derrame el contenido.
En cuanto a la vajilla que escoger hay de diferentes formatos, materiales, colores y tamaños. Existen las vajillas de melamina, las de silicona, las de bambú o fibras naturales. Ten en cuenta que sean aptas para lavavajillas para que sean mucho más útiles.
También existen las vajillas que cuentan con una base antideslizante y con base de ventosa que se fija a la mesa o a la bandeja de la trona para que el bebé no pueda cogerla y tirarla.
Otro método para introducir la alimentación complementaria en el bebé es el llamado BLW y consiste en introducir los alimentos de manera sólida pero con ciertas recomendaciones para que de adapte a las manitas del bebé y para evitar atragantamientos. Si te interesa conocer más sobre este método, en este post te damos más información y pautas. Y a ti, ¿qué productos y métodos te han funcionado mejor para introducirle nuevos alimentos a tu bebé?
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