Cambios durante el embarazo

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta toda una serie de cambios físicos  y sintomáticos debido a la revolución de las hormonas. El cuerpo de una mujer es capaz del milagro más increíble que existe, una etapa en la que cambiará la manera de sentir y pensar de la mujer.

Para todas las mujeres el cambio hormonal no produce las mismas consecuencias, te presentamos algunos de los cambios que puede sufrir una mujer durante el embarazo.

Cambios en el sueño

Pasar de estar siempre durmiendo durante los primeros meses a no poder conciliar el sueño en la última etapa es una posibilidad para la que hay que estar muy preparada.  Paciencia y ayuda para relajar a la embarazada en la recta final es primordial.

Nauseas y vómitos

Cabe la posibilidad de preguntarse ¿tiene que ser así? No, no tiene porqué pero se trata de una posibilidad más que frecuente sobre todo en los primeros meses del embarazo.

Aumento de la necesidad de ir al baño

Y parece que el cuerpo de la mujer esté decidido durante el embarazo a no abandonar el baño.  Si en el primer trimestre son las náuseas, en el tercero la vejiga parece querer explotar muy frecuentemente. Aumenta el volumen de líquidos y los riñones trabajan a más velocidad para desechar las sustancias que no son provechosas para el organismo.

Estreñimiento y hemorroides

Si bien es posible que acudir al baño frecuentemente no sea una buena noticia para las futuras mamás. Con el cambio pueden aparecer alteraciones en el aparato digestivo como estreñimiento y hemorroides o problemas de circulación. Los más aconsejable para evitar estas molestias llevar una dieta rica en fibra.

Cambios en la piel

El cambio hormonal produce alteraciones que pueden reflejarse de manera más diferenciada en la piel. Mayor pigmentación por lo que en verano se deberán extremar las protecciones contra el sol. Aparición de acné cual si se volviera a la adolescencia y estrías en determinadas zonas del cuerpo, sobre todo lógicamente en la barriga por el cambio de volumen.

Este cambio de volumen afecta a otras zonas del cuerpo como pueden ser el pecho, los tobillos y la espalda. Dolores, inflamaciones, sensibilidad. Cada parte del cuerpo requerirá un tipo distinto de tratamiento. Lo más importante siempre será el ejercicio suave para estirar y el descanso.

Y por último el cambio psíquico. La mujer se convierte en un verdadero torrente de emociones encontradas no sólo por el cambio hormonal sino también por el cambio de vida al que se va a someter. En este caso de nuevo lo mejor es paciencia, cuidados y mucha información especializada.