Normativa sillas de seguridad de coche
Inmersos de nuevo en los meses donde más desplazamientos se producen en nuestras carreteras gracias a las festividades y puentes que disfrutamos los españoles, desde Olmitos queremos informar y concienciar sobre la importancia de que nuestros hijos viajen seguros.
Son muchos los padres que siguen desinformados con respecto a la silla de seguridad de coche que deben comprar para su hijo, y otros muchos que no le dan la importancia que requiere o lo que es peor, no quieren invertir en la silla de seguridad porque les resulta cara.
Con respecto a esta última cuestión, nos encontramos con que muchas veces, reducimos el valor de la vida de nuestros hijos al precio de una silla de coche, cuando una lesión grave o la muerte resulta mucho más cara que un sistema de retención infantil.
Normativas vigentes
Cuando vamos a comprar una silla de seguridad para nuestro hijo, debemos fijarnos en varias cosas: la primera es conocer la normativa vigente y que la silla que vayamos a comprar la cumpla; y la segunda, que la silla sea apta para nuestro coche y para nuestro bebé. Esto lo sabremos probando la silla en el vehículo y a poder ser con el bebé en ella.
En cuanto a la normativa vigente, actualmente conviven dos normativas que regulan los sistemas de retención infantil (SRI); la ECE R44/04 (en vigor desde 1982) y la ECE R129 también llamada i-size (en vigor desde 2013).
A pesar de poder seguir utilizando las sillas con normativa R44, la tendencia hará que estas vayan desapareciendo paulatinamente para dejar paso a las sillas con normativa R129 o i-size, las únicas que se pueden fabricar desde la aparición de la normativa en 2013.
Las principales novedades de la nueva norma de homologación ECE R129 son:
- La nueva clasificación se hace en función de la talla (estatura) y peso máximo de los niños. Por tanto, se prescinde la clasificación en función de los grupos 0/0+/1/2/3 (y sus correspondientes intervalos de peso).
- Se añade una prueba de choque lateral, con lo que se mejora la seguridad de los asientos en este tipo de choque
- Se garantiza que todos los asientos vayan orientados en contra de la marcha y puedan ser utilizados, al menos, hasta los 15 meses de edad. Con ello se promueve el uso de asientos infantiles orientados a contramarcha, una posición mucho más segura para los niños.
- Se determinan unas dimensiones máximas del asiento infantil y unas dimensiones mínimas de las plazas de los vehículos, de modo que un asiento que haya sido homologado según esta norma “talla-i” pueda ser usado en cualquier plaza de “talla-i” de los vehículos.
- Las pruebas de choque se realizan con nuevos dummies o maniquíes que incorporan nuevos criterios de lesiones más avanzados.
¿Por qué viajar a contramarcha?
Según un estudio realizado por la Fundación Mapfre, más del 60% de los niños muertos en accidente de tráfico no iba en sillita o la usaba mal.
Países como Noruega o Suecia llevan más de medio siglo usando el modelo a contramarcha y pueden presumir de una muy reducida tasa de mortalidad infantil en las carreteras. En cambio, en España, son las sillas orientadas a la marcha las que siguen liderando las ventas, y es por ello que los datos de niños fallecidos en accidentes de tráfico sigan siendo alarmantes.
Fernando Camarero, responsable de Seguridad Vial Infantil de la Fundación Mapfre, asegura que viajar a contramarcha reduce un 80% el riesgo de sufrir lesiones graves en caso de accidente.
La silla a contramarcha permite que cabeza, cuello y torso permanezcan apoyados y alineados contra el respaldo y sea la estructura la que absorba toda la energía.
Y, ¿hasta cuándo? Según Cristina Barroso, experta en sistemas de retención infantil y la primera persona en comercializar las sillas a contramarcha en nuestro país, todos los menores de 135 cm deben viajar en la parte trasera del coche con un sistema a contramarcha homologado, a ser posible en el asiento central o detrás del copiloto. Y sólo cuando se ha agotado por completo el uso del dispositivo, por su estatura o peso, hay que cambiarle a un elevador con respaldo en combinación con el cinturón de seguridad.
Existen varios motivos por los que no debemos ni recomendamos utilizar una silla de seguridad de segunda mano:
- No sabemos cómo ha sido cuidada esa silla por sus anteriores dueños o si ha sufrido algún golpe o accidente. En tal caso, el fabricante siempre recomienda cambiar la silla porque puede haber sufrido algún deterioro interno difícil de detectar.
- Si la silla ya tiene algunos años, es posible que no tengas el manual de instrucciones para poder instalarla correctamente, lo que reduce la seguridad de la silla.
- Cada año que pasa, como cualquier cosa material, la silla envejece y se deteriora. La luz solar puede deteriorar el material de la silla y provocar grietas y los arneses se desgastan por su uso. Esto provoca que un producto se quede obsoleto a partir del tercer o cuarto año.
Y el motivo más importante es si la silla cumple con la normativa vigente. Como hemos comentado anteriormente, en estos momentos está conviviendo la ECE R44/04 y la ECE R129, pero la tendencia es que la R44 desaparezca en unos años, por lo que una silla que cumpla esta normativa, estará obsoleta en unos años.
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